El sello dedicado a Justa Freire, se enmarca dentro la colección de sellos #8MTodoElAño que Correos comenzó en 2022 dedicada a mujeres relevantes en España. Con ella Correos, reconoce el trabajo que han realizado las mujeres en diferentes ámbitos: literatura, arte, sociedad, ciencia, historia… y educación.

La serie se inició con un sello dedicado a Clara Campoamor, y todos ellos han sido diseñados por la artista Isa Muguruza.

Biografía de Justa Freire

Justa Freire, maestra y pedagoga, es de las primeras directoras de grupos escolares de Madrid. Comprometida con la renovación de la escuela y convencida de que, cuidando de la educación, la sociedad sería mejor.

Es ejemplo del trabajo realizado para la gran transformación educativa que se llevó a cabo en España durante el primer tercio del siglo XX, que la guerra civil, y la dictadura frenó bruscamente. Tan solo rescatada como referente en las primeras leyes educativas de la democracia.

Justa Freire nació en Moraleja del Vino, Zamora, en agosto de 1896, de familia trabajadora y campesina, que siempre la apoyó para que estudiara. 

Con 22 años, aprueba la oposición como maestra nacional, se afilia a la Federación de Trabajadores de la Enseñanza de la Unión General de Trabajadores.

Comienza a ejercer en Casillas. En 1921 se trasladó a Madrid. Forma parte del equipo de maestros y maestras del Grupo Escolar Cervantes (en la actualidad CEIP Cervantes), dirigido por Ángel Llorca, proyecto educativo donde el diálogo con el alumnado y la actividad eran los ejes centrales y donde Justa se ocupa de la acción social y de ensayos pedagógicos.

Becada por la Junta de Ampliación de Estudios, conoció experiencias innovadoras en Bélgica y Francia. Experiencias que pone en práctica en su actividad docente, adaptándolas al contexto del alumnado del Grupo Escolar Cervantes, barrio a las afueras de Madrid: Cuatro Caminos.

Participa en las Misiones Pedagógicas, escribe artículos que se publican en las revistas educativas de la época.

En 1933, nombrada directora del Grupo Escolar Alfredo Calderón (en la actualidad CEIP Padre Poveda), es de las primeras mujeres españolas dirigiendo a un equipo docente de hombres.

Julio de 1936, golpe de estado. Está de vacaciones. Intenta comenzar el curso con normalidad. En noviembre debido a lo cruento de los bombardeos, su colegio cierra.

Es precisa la evacuación de los niños y niñas de Madrid, colabora en la creación y organización de las colonias escolares en Levante. Se reencuentra profesionalmente con Ángel Llorca.

Dedicada a este proyecto, pasó los tres años de la guerra, y cuando no había pasado un mes del fin de la guerra, fue encarcelada. 

Dos acusaciones: prácticas laicistas en la escuela y cantar una canción con letra rusa en una ocasión con su alumnado. Por ellas, le condenaron a seis años y un día.

Estuvo dos años en la prisión de Ventas, organizó un coro y clases de alfabetización para sus compañeras.

En 1941 sale de la cárcel, despojada de la condición de funcionaria, de sus tres oposiciones. Se gana la vida dando clases particulares, hasta que la contratan en el Colegio Británico.

En 1953 se revisa su expediente de depuración, permitiendo su reingreso y prohibiendo ejercer en Madrid.

Se incorpora a la escuela pública en Manresa, Barcelona. En 1958 se trasladó a Madrid volviendo a dar clases en el Colegio Británico.

Falleció con 68 años de edad.

Justa Freire, maestra extraordinaria a la que la dictadura le cercenó su vida profesional en la cúspide de su carrera. A ella la castigó a un exilio interior el resto de su vida, y a la ciudadanía le usurpó el derecho a una educación científica y moderna que hiciera progresar a la educación y avanzar al país.